No hay nada más relajante que meterse en una ropa de cama suave y con fragancia a limpio. Puro placer para los sentidos. Mas no siempre y en toda circunstancia sabemos seleccionar la ropa de cama adecuada, ni crear el entorno idóneo para que nuestros ojos se posen solamente acostarnos.
Esta breve guía le va a ayudar a transformar su cama en un cómodo cobijo que le deje desconectar de la vida cotidiana y refrescarse tras una noche de sueño reparador. No te pierdas ni una palabra...
Sin lidiar con el estilo de la cama, la ropa de cama es una gran forma de cubrir cualquier cosa que no parezca atractiva. Por ejemplo, si las patas de su cama no son frágiles, debería cubrirlas con un faldón. Lo mismo ocurre si no tienes un cabecero bonito o bien cómodo. O bien simplemente no tiene uno. Necesitarás dos almohadas extra para envolverte mientras lees o bien mientras alargas el desayuno en cama.
Cojines, sábanas y mantas de calidad complementan el moblaje minimalista de su salón. Escoge un tono neutro para todos. Puedes crear un sinfín de combinaciones de ropa de cama, almohadas y otros accesorios que se adapten a tu estado de ánimo.
Sólo la calidad
Si no deseas una cama llena de bolitas que te rasquen la espalda, escoge ropa de cama de calidad que puedas abonar. El resultado es siempre y en todo momento un sueño nocturno tranquilo que hace que te sientas bien por la mañana y mejor durante el día. En definitiva, vale la pena.
El algodón es, indudablemente, la opción mejor, puesto que, aparte de ser suave, es transpirable (te sostiene fresco en verano y caliente en invierno). Dependiendo del número de fibras usadas en el tejido y de la longitud de las mismas, los beneficios y la calidad variarán. Por ejemplo, para el primer factor, el satén es más suave y fácil de planchar que el percal. Si se trata de la segunda opción y su caja de ahorros se lo deja, opte por el algodón egipcio. O bien Perú. Al paso que el primero es justificadamente conocido, el segundo se aproxima en calidad mas es más barato. Y ni ni apreciaríamos la diferencia. Lo cierto es que en ambos casos vas a ver que hay un séptimo cielo.
No obstante, si eres más práctico y prefieres ahorrarte la cartera, la versión de algodón y poliéster es para ti, especialmente si quieres una cama bien planchada.
Esquema de colores
Tanto si eres un gótico como un fan de Peppa Pig, la ropa de cama no es el mejor lugar para lucirla, puesto que muchos estudios han demostrado que el color afecta a la calidad del sueño. La cama asimismo es el centro de atención del dormitorio -¡a veces es todo el dormitorio! -, por lo que debes conjuntar la ropa de cama con la combinación de colores del resto de la habitación.
Lo mejor es ser lo más neutro posible en lo que respecta a la ropa de cama -pasteles, blancos suaves o bien grises- y emplear colores más atrevidos o bien estampados llamativos en accesorios intercambiables como almohadas o bien edredones. No es casualidad que las habitaciones de los hoteles no tengan un blanco puro...
Mas si eres de los que procuran energía e intensidad, hay muchas propuestas de colores y diseños, con el beneficio de que siempre puedes probar algo nuevo. En estos casos, te invito a que seas lo más neutral posible con tu ambiente.
Accesorios
Atrás quedaron los días en que las camas se componían de sábanas y simples mantas que cubrían una larga almohada. Esto no tiene nada que ver con las camas actuales, en las que entran en juego una serie de elementos para crear un aspecto relajado y agradable. Evidentemente, esto no debería implicar cubrir toda la cama con almohadas y cajones. No hay peluches. Como todo en la vida, el equilibrio es esencial, y eso incluye el tiempo dedicado a quitar las almohadas.
La mejor manera de conseguirlo es colocar un par de cuadros cómodos que le asistan a leer. Encima se pueden poner cojines, manteniendo la combinación de colores y combinando diferentes tamaños. Completa el conjunto con un cojín decorativo de contraste, ya sea de color o bien de tela. Esto agregará textura y dinamismo al diseño. https://blancostore.com.ar/ cama o colcha a cuadros puesta a los pies de la cama añade una sensación de intemporalidad.
También es posible que no sepas si seleccionar una almohada o bien una sábana. Un edredón (con funda) es perfecto para las ocasiones informales, y especialmente para quien hace la cama en casa. Si, por contra, le agrada la perfección -es decir, las camas de los hoteles-, opte por una versión de varias capas: una sábana tradicional bien estirada, con un edredón por encima y una manta al final para dar una mayor sensación de respetabilidad y limpieza. De esta manera se consigue una calidad singular.
Medir bien y adquirir mejor
La elección del tamaño correcto de la ropa de cama no es menos esencial que los puntos precedentes, aunque los mencionaremos en último lugar. Es esencial que las sábanas y la almohada cubran bien la cama para no tener un trasero congelado. Sé desprendido, pero no permitas que la ropa de cama se estire demasiado, pues en caso contrario arriesgas tu seguridad al levantarte. Por lo general, prosiga las instrucciones del fabricante, ya que acostumbran a ser precisas. Y almohadas dobles si tienes una cama doble. Así, cada uno puede abrazar todo cuanto desee.
Lo mismo ocurre con la sábana bajera. Si no quieres envolverte en ella, opta por una sábana cerrada. No obstante, asegúrese de que la altura de su jergón no supere la altura de la sábana. En este caso, deberías aprender un nuevo término: cama de centro de salud. Los hoteles emplean este método para doblar las esquinas de las colchas tradicionales. Y marcha. Te lo garantizo. veinte camas al día en un hotel de Londres me transformaron en un especialista... y un ventilador de ropa de cama:-)
Por fortuna, ahora puedes adquirir toda esta ropa de cama on-line y con más garantía que comprando tu ropa, pues las medidas son las que son y no te puedes confundir con ellas. Además de esto, tienes la ventaja de poder filtrar por talla, calidad e inclusive marca en línea. Y voilà ... Con un solo click conseguirá todas y cada una de las ofertas libres. Tomar una resolución jamás ha sido tan fácil, ni tampoco dormir bien.
